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impartiendo las clases según las directrices pedagógicas que su fundador, el Maestro y coreógrafo egipcio Fathy Andrawis, estableciera desde su creación, el año 1995. Esto ha hecho posible que en nuestra academia se hayan formado cientos de bailarinas profesionales.

"La bailarina ha de bailar como una Reina y NO como una sierva del sexo"

Fathy Andrawis

En nuestra Academia, lo más importante es que la alumna aprenda a bailar y, al mismo tiempo, conseguir que cada vez se sienta mejor y más atractiva para sí misma. Todo ello dentro de un agradable ambiente y con un profesorado especializado y altamente cualificado.

 

Desde el primer día se pretende conseguir que el grupo de alumnas de una clase empiece los pasos por el mismo lado y con la frecuencia necesaria hasta crear un hábito y una habilidad determinada. Fathy Andrawis tuvo una rica preparación técnica de ballet y esto le proporcionó un vasto conocimiento para su aplicación en la danza clásica oriental, hasta conseguir resumir muchos años de experiencia, para que nuestras alumnas tengan un método para la consecución de una perfecta evolución - sin prisa pero sin pausa - en la asimilación de una disciplina que no suele ser comprendida a priori, pero con la que hemos conseguido unos resultados asombrosos.

Empezamos por estudiar la posturas básicas con ejercicios elementales de ballet a fin de lograr equilibrio y destreza física, añadiendo complicadas combinaciones dentro de las cuales se añaden el trabajo de hombros y brazos, muñecas, caderas, etc. junto con saltos, vueltas, a fin de llevar a nuestras alumnas a tener resistencia física, una respiración adecuada, flexibilidad, elegancia y equilibrio.

En los niveles más avanzados se van añadiendo movimientos que entrañan una mayor dificultad y que requieren de mayor resistencia física junto a una respiración rítmica; es importante conseguirfirmeza y estabilidad corporal para que no se pierda el auto control durante la interpretación de la danza. Poco a poco se adquiere resistencia y ligereza, de tal manera que cuando las bailarinas salen a un escenario, lo difícil se hace fácil: todas llegan a sonreír ante el esfuerzo.

Indudablemente, el proceso de cada estudiante necesita una atención individualizada. Cuanto más avanzada sea la preparación más necesario es volver a los pasos fundamentales, a los movimientos básicos, a fin de mejorar el fortalecimiento muscular y poder corregir pequeños vicios que, por la razón que sea, se puedan adquirir. Reiteramos la importancia de la práctica diaria de ciertos ejercicios básicos y estamos a favor del pleno entrenamiento durante el verano, sin suspender el ejercicio diario durante esos meses, puesto que nuestro sistema corporal está preparado para facilitar el calentamiento y enriquecer nuestros movimientos. Durante ese tiempo una estudiante puede recibir mejores beneficios con menores esfuerzos.

Todos los pasos que se enseñan en nuestra academia están convenientemente elaborados por Fathy Andrawis, él nos entregó el resumen de muchos años de experiencia y, por ardua que resulte su práctica, hemos decidido ser fieles a su deseo.


El Maestro debe tener la absoluta certeza de que la estudiante ha comprendido el movimiento conociendo ‘el punto’ desde donde se genera la fuerza y el equilibrio, no vale sólo con ‘copiar’ o ‘imitar’ los hermosos movimientos del que enseña.

Es absolutamente necesario que el baile penetre en la persona, que forme parte de ella. La preparación cuidadosa y la comprensión de cada parte del cuerpo y de sus coordinaciones básicas permitirán a la estudiante en un nivel superior conseguir el desarrollo de la danza artística.
Al alimentar nuestros músculos recibimos elasticidad, resistencia, equilibrio; y la constancia en la práctica suma a todos los beneficios obtenidos el entusiasmo necesario para nuestras tareas del día a día.

En suma al acercarnos con respeto y dignidad a la danza oriental, esta nos devolverá con creces los esfuerzos que le hayamos dedicado.

 

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